JUEGOS  FRASES  ANECDOTAS  TEXTOS  IMAGENES  CELU  CANCIONERO  VIDEOS  SERVICIOS

 

ANÉCDOTAS DE SANTOS

Anécdota n°111

San Francisco de Asís - Si supiéramos adorar...

San Francisco de Asís

En cierta ocasión, luego de que el hermano Rufino superara una fuerte prueba y una gran tentación, y después de haberse reconciliado con Francisco, se dirigían juntos a la capilla a rezar el Oficio.
De repente, Francisco tomó el brazo de Rufino y lo paró:

    -    Escucha, hermano, es preciso que te diga una cosa.

Se calló un momento con la mirada baja hacia el suelo. Parecía dudar. Después, mirando a Rufino bien a la cara, le dijo gravemente:

    -    Con la ayuda del Señor, has vencido tu voluntad de dominio y de prestigio. Pero no sólo una vez, sino diez, veinte, cien veces tendrás que vencerla.
    -    Me das miedo, padre –
le contestó Rufino–. No me siento hecho para sostener una lucha así.
    -    No llegarás a ello luchando, sino adorando –
replicó dulcemente Francisco–. El hombre que adora a Dios reconoce que no hay otro Todopoderoso más que Él solo. Lo reconoce y lo acepta. Profundamente, cordialmente. Se goza de que Dios sea Dios. Dios es, eso le basta. Y eso le hace libre. ¿Comprendes?
    -    Sí, padre, comprendo –
respondió Rufino–.

Habían vuelto a caminar mientras hablaban. Estaban ya a unos pasos del oratorio. Francisco concluyó diciendo:

    -    Si supiéramos adorar, nada podría verdaderamente turbarnos: atravesaríamos el mundo con la tranquilidad de los grandes ríos.

 

“El buen cristiano recorre el camino de este mundo subido en una bonita carroza de triunfo; esta carroza es arrastrada por ángeles y es nuestro Señor quien la conduce.”
(Santo Cura de Ars)

volver