ANÉCDOTAS DE SANTOS
Anécdota n°111
San Francisco de Asís - Si supiéramos adorar...En cierta ocasión, luego de que el hermano Rufino superara una fuerte prueba y una gran tentación, y después de haberse reconciliado con Francisco, se dirigían juntos a la capilla a rezar el Oficio. - Escucha, hermano, es preciso que te diga una cosa. Se calló un momento con la mirada baja hacia el suelo. Parecía dudar. Después, mirando a Rufino bien a la cara, le dijo gravemente: - Con la ayuda del Señor, has vencido tu voluntad de dominio y de prestigio. Pero no sólo una vez, sino diez, veinte, cien veces tendrás que vencerla. Habían vuelto a caminar mientras hablaban. Estaban ya a unos pasos del oratorio. Francisco concluyó diciendo: - Si supiéramos adorar, nada podría verdaderamente turbarnos: atravesaríamos el mundo con la tranquilidad de los grandes ríos. |
“El buen cristiano recorre el camino de este mundo subido en una bonita carroza de triunfo; esta carroza es arrastrada por ángeles y es nuestro Señor quien la conduce.”
(Santo Cura de Ars)