ANÉCDOTAS DE SANTOS
Anécdota n°15
San Felipe Neri - Una penitencia un poco raraSan Felipe Neri era un santo con gran sentido común. Trataba a sus penitentes de una manera muy práctica. Una señora tenía la costumbre de irse a confesar donde él y casi siempre tenía el mismo cuento que decir: el de calumniar a sus vecinos. Por ello, san Felipe, le dijo: – De penitencia vas a ir al mercado, compras un pollo y me lo traes a mí. Pero de regreso lo vas desplumando, arrojando las plumas en las calles conforme caminas”. La señora pensó que ésta era una penitencia rara, pero deseando recibir la absolución, hizo conforme se le había indicado y por fin regresó donde san Felipe. – Bueno, Padre, he completado mi penitencia. Y le mostró el pollo desplumado. –¡Pero eso es imposible! –lloró la señora–, ¡esas plumas deben de estar ahora por toda la ciudad!. – Es cierto –replicó el santo–, pero tienes aún menor oportunidad de recoger todos los cuentos que has dicho sobre tus vecinos. |
“Dios no se da a una alma parlanchina, que como un zángano en la colmena zumba mucho, pero no produce miel… El alma hablantina está vacía en su interior.”
(Santa Faustina Kowalska)