ANÉCDOTAS DE SANTOS
Anécdota n°2
Santo Cura de Ars - Libro maloCuenta el autor de un libro, sobre el Santo Cura de Ars: En el prólogo, tuve la mala fortuna de trazar a grandes rasgos el cuadro de su vida y de presentarle como un modelo de virtud y de santidad. Al día siguiente, por la mañana me vio en la iglesia y me hizo seña de que le siguiera: su fisonomía revelaba una aflicción y una severidad extraordinarias. Entré con él en la sacristía. Cerró la puerta, y con decisión y derramando abundantes lágrimas, me dijo: “Amigo mío, no le creía capaz de escribir un libro malo. - ¡Oh, señor Cura!... - ¡Es un libro malo… un libro malo...! ¿Cuánto le ha costado a usted? Quiero pagarle en seguida su valor y después iremos a quemarlo. Estupefacto, preguntábale yo dónde estaba la maldad del libro. - Sí, sí… ¡Es un libro malo…, es un libro malo…! - ¡Pero, dígame, si quiere, por qué…! - Pues bien, por esto, ya que usted se empeña: porque habla de mí como de un hombre virtuoso, como de un santo, siendo así que soy el último de los sacerdotes. - Sin embargo, señor Cura, he mostrado el libro a hombres ilustrados; el señor obispo ha revisado las pruebas; lo ha aprobado. No puede en modo alguno ser malo. Las lágrimas del Cura de Ars iban aumentando. - Quite usted, me dijo, todo lo que a mí se refiere y será un buen libro. |
“El corazón humilde desea sinceramente ser tenido en poco y desea ser perseguido y condenado sin culpa, aún en cosas graves. Pues el verdadero humilde, al compararse con Jesús que fue condenado sin culpa, ve claramente que personalmente merece todo eso y mucho más.” (Santa Teresa de Jesús)