ANÉCDOTAS DE SANTOS
Anécdota n°40
San Francisco de Asís - Pura humildadUn día Francisco atravesaba por la hacienda de un campesino, montado en un asno. Este, que estaba trabajando en ella, corrió hacia el santo y le preguntó con vivo interés si era él el hermano Francisco. Y como Francisco respondió con humildad que era el mismo por quien preguntaba, le dice el campesino: - Procura ser tan bueno como dicen todos que eres, pues son muchos los que tienen puesta su confianza en ti. Por lo cual te aconsejo que nunca te comportes contrariamente a lo que se espera de ti. El santo, al oír eso, se desmonta del asno y, postrado delante del campesino, le besa humildemente los pies y le da gracias por el favor que le ha hecho con la advertencia. Francisco, a pesar de ser tan celebrado por la fama (tanto que muchos lo tenían por santo), él se juzgaba vil a los ojos de Dios y de los hombres, sin ensoberbecerse ni de la celebridad ni de la santidad que poseía. |
“La medida verdadera de nuestra proximidad a Dios, es la dama humildad” (Santa Teresa de Jesús)