ANÉCDOTAS DE SANTOS
Anécdota n°69
Santa Bernardita - Humilde, sí; tonta, noLuego de haber recibido la gracia de la visión de aquella gran Señora que se autodenominó Yo soy la Inmaculada Concepción, sufrió muchas incomprensiones y burlas. Ella, que nunca buscó ni el bullicio ni la popularidad, tenía gran humildad para aceptar todas las contrariedades y solía responder con chispa. - ¿Es que la confundieron con una ternera? Bernardita respondió con ironía: - Señor alcalde, ¿a usted le sirven lechuga en el almuerzo? - Claro que sí – respondió algo desconcertado el alcalde. - ¿Es que lo confunden con un ternero? |
“Si hay en la tierra un alma verdaderamente feliz, ésta es solamente un alma verdaderamente humilde.”
(Santa Faustina)