¿Dónde vas, Señor?
Nos la cuenta el beato Juan Pablo II sobre Pedro, el primer Papa, Vicario de Cristo:
“Según una antigua tradición durante la persecución de Nerón, Pedro quería abandonar Roma. Pero el Señor intervino, le salió al encuentro. Pedro se dirigió a Él preguntándole:
- Quo vadis, Domine?: ¿Dónde vas, Señor?.
Y el Señor le respondió enseguida:
- Voy a Roma para ser crucificado por segunda vez.
Pedro volvió a Roma y permaneció aquí hasta su crucifixión."
La cruz invertida
Cuentan que San Pedro, minutos antes de ser crucificado en Roma, exclamó:
- ¡Señor, yo he deseado imitarte... pero no me consideré digno de ser crucificado en la posición en que a ti te crucificaron!
De esta manera, Pedro murió mártir, crucificado con su cabeza orientada al suelo...
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