SIm LA SIm
Salve, oh Reina, dulce madre nuestra,
SOL LA FA#m SIm
toda bondad, toda clemencia, amor;
SOL LA RE SIm
/a tí, gimiendo, el hombre se confía,
SOL LA SIm
sola esperanza al humano dolor./ (bis)
Vuelve a nosotros tus divinos ojos,
llenos de amor y de serena luz
y muéstranos, después de este destierro
la casta flor de tu seno: Jesús.